2.- Prometo mi especialísima
protección y grandes beneficios a los que devotamente recen mi Rosario.
3.- El Rosario será un fortísimo
escudo de defensa contra el infierno, destruirá los vicios, librará de los
pecados y exterminará las herejías.
4.- El Rosario hará germinar las
virtudes y también hará que sus devotos obtengan la misericordia divina; sustituirá
en el corazón de los hombres el amor del mundo al amor por Dios y los elevará a
desear las cosas celestiales y eternas. ¡Cuántas almas por este medio se
santificarán!.
5.- El alma que se encomiende por
el Rosario no perecerá.
6.- El que con devoción rezare mi
Rosario, considerando misterios, no se verá oprimido por la desgracia, ni
morirá muerte desgraciada; se convertirá, si es pecador; perseverará en la
gracias, si es justo, y en todo caso será admitido a la vida eterna.
7.- Los verdaderos devotos de mi
Rosario no morirán sin auxilios de la Iglesia.
8.- Quiero que todos los devotos
de mi Rosario tenga en vida y en muerte la luz y la plenitud de la gracia, y
sean partícipes de los méritos de los bienaventurados.
9.- Libraré pronto del purgatorio
a las almas devotas del Rosario.
10.- Los hijos verdaderos de mi
Rosario gozarán en el cielo una gloria singular.
11.- Todo lo que se me pidiere
por medio del Rosario se alcanzará prontamente.
12.- Socorreré en todas sus
necesidades a los que propaguen mi Rosario.
13.- Todos los que recen el
Rosario tendrán por hermanos en la vida y en la muerte a los bienaventurados
del cielo.
14.- Los que rezan mi Rosario son
todos hijos míos muy amados y hermanos de mi Unigénito Jesús.
15.- La devoción al santo Rosario
es una señal manifiesta de predestinación a la gloria.
«Si cada persona rezara un
rosario al dia, menos almas se perderian» Dulce Corazón de María